CULTURA
DON JOSÉ MAEDA MONTENEGRO: INVESTIGADOR Y ECOLOGISTA PIONERO
Escribe: José Maeda Ascencio
Don José Manuel Maeda Montenegro nace en Batán Grande el 11 de Junio de 1936 en el hogar de don Einosuke (Enrique) Maeda, inmigrante japonés radicado en Batán Grande y de doña Victoria Montenegro Bustamante, natural del pueblo de Conchán, actual provincia de Chota; fue el menor de nueve hermanos y su nombre de pila se debe al hecho que fue bautizado por el don José Aurich Bonilla y su hermana, doña Rosa Aurich Bonilla.José Maeda Montenegro estudió en Ferreñafe y, en 1953 -a los 17 años de edad- regresó a trabajar en Las Astillas como Jefe de Carbonería para la Negociación Agrícola Batán Grande bajo la administración compartida con Pucalá; sus condiciones de poeta y original acuarelista se desarrollaron en el ambiente batangrandino, influenciado por la majestad de sus entonces impenetrables bosques, sus huacas y la situación deprimente del trabajador sujeto a la hacienda. Sus periódicos viajes a Ferreñafe y Chiclayo, difíciles por entonces, eran motivados por la inquietud de reunirse con bohemios amigos poetas, escritores y pintores de la época, quienes compartían también la naciente corriente ideológica de izquierda y todo lo que significaba reivindicación del campesino, que trabajaba en condiciones inhumanas.Más de un manuscrito he logrado rescatar en mi libro "Entre Huacas y Bosques"(inédito) en el que intento rescatar su trabajo pionero de investigación ecológica, arqueológica, histórica y artística de quien creo que uno de los pioneros escritores que previó el peligro de la huaquería y la deforestación de los bosques lambayecanos; así lo demuestra en su poema "El Carbonero"(1958), publicado por el diario "El Norte" de Trujillo en los años cincuenta y por la Universidad Nacional Agraria La Molina (Tomo Nº 5-CIZA) con un mensaje profundamente ecologista, raro en Lambayeque para el año 1959 en que fue escrito; su protesta por la acción huaqueril lo caracterizó toda su vida.Ya en 1961 -año en que nací- lo expresó en su reconocido poema "La Merced", monumento Cicán casi destruido actualmente, mi padre le llamaba cariñosamente "La Meche"; su empeño por el estudio de los bosques y sus complejos arqueológicos lo compartí en muchas jornadas a lomo de caballo o aprovechando sus visitas en camioneta en el campo; su admiración por el coloso cerro "Chaparrí" lo plasmó también en un hermoso poema; su vida y la tristeza que le embargaba el internarse en La Zaranda desde los domingos, solo acompañado de una lámpara y las luciérnagas en el deprimente y desolador ambiente de la época, lo ha dejado escrito en varios documentos, incluyendo sus poemas; en 1977 en su "Remembranza a Batán Grande"(poema) escribió con profunda nostalgia rememorando el Batán Grande que se iba, su paisaje, su gente, sus costumbres, en fin el pueblo que amó toda su vida.Polifacético investigadorA José Maeda Montenegro en esta época de rápidos cambios hay que reconocerle el ser pionero en campos científicos que por los años cincuenta y sesenta eran quehacer raro, incluso en el país: la arqueología , la historia, la etnografía y la ecología , además de la pintura creativa (con su raro estilo ojival); en junio de 1982 me instó a escribir y publicar el primer artículo referente a la Cultura Lambayeque con el novísimo nombre nativo de "Cultura Sicán" o "Cicán" entonces estudiada ya por I. Shimada, arqueólogo japonés a quien apoyó por varios años; que utilizó el término en sus artículos recién en 1985 (en el libro "Presencia Histórica de Lambayeque").Fue Maeda Montenegro quien bautizó al entonces escondido y desconocido algarrobo como "El Milenario" que publiqué en 1985, hoy, famoso en el mundo; en su memoria presenté otro vetusto ejemplar con el nombre de "El Místico Don José", ubicado en el lado sur-este de la huaca "Las Ventanas", también reconocido internacionalmente, se convirtió en fuente de consulta por académicos de diferentes partes del país y del mundo en temas de arqueología e historia.Su experiencia en ganadería y manejo de bosques era envidiable, la ganadería vacuna, caballar, mular y caprina se liquidó años después de que su enfermedad lo alejara para siempre de Batán Grande; recuerdo que se entristeció mucho cuando se enteró de la ya creciente crisis de Batán Grande y la desaparición del ganado que en cabríos superaban los tres mil ejemplares; su inquietud lo llevó a ser prestigioso criador de gallos "de a pico"; su ejemplar "El Pájaro" logró el primer premio nacional en calidad en el coliseo "El Gallo de Oro" en Lima ; su participación en la formación del primer Sindicato de Trabajadores de Batán Grande ha sido detallada por Leonardo Cevallos Pérez, activista y dirigente aprista, en su libro "Entre Dictaduras y Democracias", con su mote "Chino El Rojo" participó como activista azucarero en las haciendas de Chiclín y Cartavio ; fue Presidente del Comité Organizador de Batán Grande para formar la Cooperativa Pucalá apoyando el Gobierno Revolucionario del Gral Juan Velazco en 1970 e integró varias veces el entonces poderoso Concejo de Administración de Pucalá.Como hombre fue leal y directo en sus apreciaciones; su sentido del humor era original en sus largas tertulias con sus amigos cercanos con quienes solía compartir su inevitable café y su cigarro "Norton" sin filtro, después de su fallecimiento regresé a la solariega casa de Batán Grande para recuperar sus manuscritos y documentos de archivo que mi padre dejó para la posteridad y las nuevas generaciones de estudiosos batangrandinos; en su tumba, en el cementerio de Ferreñafe, grabé un epitafio de su inspiración: "Con tranquilidad y sosiego, la vida se ve en todo su esplendor…quizás a eso llamemos felicidad".Partió para siempre la tarde del 19 de Julio de 1994, en la ciudad de Chiclayo.
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